lunes, 19 de junio de 2017

Efugio.



Efugio.

George C. de Lantenac.


El hombre había huido. No sus compañeros, caídos en la emboscada de las bayonetas. Quienes la planearan aún inadvertían su móvil presencia, tras él ahora. Apenas un rumor, que hojas o ramas dentro del viento podría aventurarse que produjeran.

En su tránsito de regreso, el hombre halló favorables las ruinas de la fortaleza que antes considerara equívocas. Escaleras, pasillos, celdas. Entonces, por vez primera, una voz. El eco del abandonado lugar la traía cerca. Recorrió las resbaladizas piedras hasta que unos barrotes y su postrera oscuridad invitaron una seguridad. A través de los hierros cruzó; lo que acaso creyó ropas amontonadas le sirvió para junto a ellas disponer otra emborronada apariencia.

Voz otra vez. Aunque no ya eco.

Lo mataron, la sien escrupulosamente ahondada. El soldado no lo supo. Creyó despertar, haber dormido. Pero la vela correspodía ahora a su espectro, que sí iba a dormir y a soñar. Su resto muerto allí permanecería, inatendido. En el sueño de la realidad, siempre escapaba arteramente de los hombres que le persiguieran y la guerra había conmovido un triunfo para su bando y en el hogar anhelado le cubría la honra de sus pares.

Sólo recelaba del despertar, que nombraba como el sueño de la estancia en un calabozo donde todo estaba siempre quieto y sin tiempo.

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Efugio
es un texto narrativo breve escrito por George C. de Lantenac, incluido en la obra Las flores del fuego y traducido al Español por Albert Sans - Copyright –.

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